Amores que comienzan por una casualidad.

Vivan los novios! Se oyó más de una vez en la Boda de estos dos encantos de personas que son Ana y Ramón; aunque a Ana no le hace mucha falta que le griten «viva!», ya que vida tiene de sobra con esa alegría que le caracteriza, y Ramón tiene ese carácter noble que le representa (lo que comúnmente se conoce como trozo de pan, jeje). Quién les iba a decir que un día, por casualidades de la vida se iban a conocer en el trabajo y dar comienzo a la historia de sus vidas. Ahora, casi sin creerlo son ya marido y mujer. Un placer formar parte de su gran día de boda en Hacienda Alboreá.

Qué decir de ese día… Pues que fue emotivo de principio a fin. Una boda civil con historias emotivas de ellos y sus amigos, dándolo todo por y para sus invitados, y como no, todo hecho con ese amor que les caracteriza.

Os aseguro que no faltó de nada, y mucho menos comida, que no nos podíamos creer que después de tantas horas de cóctel hubiera más y más, pero así son ellos, almas que piensan en que todos disfruten y de que su boda fuera la boda del siglo o al menos una de las más sonadas entre sus seres queridos.

Por otro lado, os agradecemos en el alma que nos hayáis guardado siempre un huequito en vuestros corazones a pesar de la distancia y tenernos presentes en el día más importante de vuestra historia. Gracias!

Así que nosotros desde Bodas con Arte os deseamos de corazón que vuestro matrimonio viva, que viva para siempre, y que siempre seáis puro corazón. Transmitid ese amor por todos lados, porque sabemos que personas como vosotros llegan lejos gracias a ese amor que se tienen.

Esta solo es un pequeño resumen de lo acontecido. No os olvidéis ver el álbum online en Facebook.